CAPÍTULO 1

Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: ¿Platero? y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe en no sé qué cascabeleo ideal...

Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña...; pero fuerte y seco por dentro como de piedra. Cuando paso sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo: —Tien’ asero...
Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.
AUTOR: Juan Ramón Jiménez
En este enlace puedes leer el libro completo "Platero y yo".
Aquí podéis ver las fotos del mural que hemos hecho en clase de Platero y yo.
Aquí podéis ver las fotos del mural que hemos hecho en clase de Platero y yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario