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"Pluma con tintero" |
El uso de la pluma en la escritura, fue en aumento con el Cristianismo debido al interés por difundir su doctrina y a la necesidad de escribir documentos religiosos.
Desde 3000 años antes de Cristo en Egipto, se realizaban libros en rollos de papiro escritos con plumas de caña y plumas de cálamo. Los cálamos se realizaban con plumas externas de las alas de las aves; las preferidas y de mayor valor, eran las de pato, cisne, cuervo o pavo.
Se sabe que ya se usaban estas plumas alrededor del siglo VI después de Cristo. Hay escritos que dicen que las plumas del ala izquierda resultaban más adecuadas para los diestros, mientras que las del ala derecha eran mejores para ser usadas por los zurdos. Este tipo de plumas, necesitaban el tintero para ir cargando de tinta el extremo de las mismas. El tintero fue la forma habitual de proporcionar tinta a las plumas antes de la difusión de la pluma estilográfica.
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Esta pluma estilográfica perteneció a Oscar Wilde |
En 1884, un agente de seguros de Nueva York, Lewis Waterman, patentó la primera pluma estilográfica con depósito de tinta. Waterman inventó un mecanismo que suministraba tinta a la punta del plumín por capilaridad, haciendo que la tinta fluyese de forma uniforme al tiempo que se escribía. Trajo una gran evolución en la rapidez de la escritura, pues permitía escribir sin tener que estar recargándola constantemente. La tinta se alojaba en un depósito en el interior y fluía por el plumín hasta el papel.
En el siglo XX, se fue imponiendo la pluma estilográfica, hasta que apareció el bolígrafo, también en este siglo, que se impuso en el uso popular y diario, por su comodidad, rapidez y economía y que hoy en día es el útil más utilizado en la escritura.
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"Bolígrafos" |